Cosas que no sabías para prevenir la infección de virus respiratorios

¿Sabías que hay más virus que estrellas en el universo? Casi cien veces más ...

El hemisferio norte se prepara para el solsticio de invierno, que empieza el 21 de diciembre y no terminará hasta el 20 de marzo de 2021 con el equinocio de primavera.

Esperemos que el tiempo nos dé algo de tregua, pero hay que tener todas nuestras armas preparadas para protegernos adecuadamente de los temidos virus respiratorios, no solo del COVID SARS COV-2, también hay catarros y Gripe que parece que ya nadie se acuerda de ella y es causa de infecciones respiratorias graves, hospitalizaciones y muertes por todo el mundo. 

En primer lugar, debemos promover una alimentación prebiótica y antiinflamatoria, evitando los ultraprocesados con exceso de azúcar, grasas malas y aditivos, y aumentar el consumo de verduras y frutas de temporada, setas, fermentados como el kéfir, frutos secos, chocolate negro, pescado, crustáceos y moluscos además de huevos y carnes de ave.

El consumo de inmunobióticos, probióticos que pueden mejorar nuestra respuesta inmune, es muy recomendable, bajo control de una profesional de la salud experto en el tema. 

En general, las especias inmunobióticas por excelencia son L. casei, L. paracasei, L. plantarum y B. longum. Para virus, además de los comentados, podemos contar con cepas de L. fermentum y L. reuteri, y según el virus, algunos otros. 

Asegurarnos de una entrada de micronutrientes adecuada sobre todo Vitamina D, Zinc y Vitamina C.

Mucho se ha hablado sobre la vitamina D, a pesar de que hay quien sigue no recomendando la suplementación la realidad es que la deficiencia  de vitamina D esta demostrada y su relación con el sistema inmunitario también.     

Niveles por encima de 50 ng/ml se han visto que actúan frente a virus respiratorios muy por encima de los 30 que marcan los laboratorios.

La mayoría de las recomendaciones oficiales no están actualizadas, y la dosis fisiológica y segura suele ser mayor de la que habitualmente se recomienda.

El ejercicio físico al menos 4400 pasos al día, y al aire libre, y si hace sol aprovecha!!, date un paseo en contacto con la naturaleza. No sólo es bueno para la  mente sino que contribuye a tener un sistema inmune en buenas condiciones. Últimamente se habla mínimo de 4.400 pasos al día, y los beneficios máximos se han obtenido con 7.500 pasos diarios, en intensidad moderada y combinando ejercicio aeróbico con fortalecimiento muscular y equilibrio.

Evitar el estrés. Diversas investigaciones están demostrando evidencia que concluye que el estrés psicológico puede alterar la función inmune, afectando la salud del individuo. 

La falta de contacto con los seres queridos, la preocupación por la salud o el bombardeo de noticias hacen que las personas «estén en un permanente estado de alerta», que incide en la importancia de mantener a raya la ansiedad y el estrés para que el sistema inmunitario no se vea afectado y, por tanto, más proclive a infecciones.

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